Add parallel Print Page Options

es decir, los dioses de los pueblos que te rodean, cercanos o lejanos, que hay de un extremo al otro de la tierra, no aceptes su propuesta ni le hagas caso. No lo compadezcas, ni le tengas misericordia ni lo encubras. Al contrario, dale muerte. Y el primero en levantar la mano contra él serás tú, y después de ti levantará la mano todo el pueblo.

Read full chapter